martes, 26 de febrero de 2013

Por si no bastaba con uno


Por si no bastaba con uno, dos. Dos amigos, innumerables cañas, y al llegar al coche encontrar chuches, recordar la broma y empezar OTRA VEZ a hacer el gilipollas, pero esta vez, no estábamos solos, eramos 3,  hacer el tonto con uno, hacer el tonto con el otro, no dejar que la idea se pase por la cabeza porque sabes que la estas liando...pero sigues buscando el limite.

Una chuche con uno, otra con el otro, una mano que se escapa, un beso en el cuello, una sonrisa cómplice que dice ¿de verdad estamos haciendo esto? otro beso en el cuello, otra chuche, y te sorprendes a ti misma regalando besos que antes te estaban robando y no a uno de tus amigos...a DOS.







Fuera del coche hace frío, estamos a finales de Octubre y la temperatura dentro está subiendo, los cristales ya están empañados, de repente por la cabeza pasa esa pregunta ¿que estoy haciendo? y seguidas empiezan a entrar, golpeando una tras otra ¿debo parar?, ¿que supone esto?, ¿se me esta yendo de las manos? y de golpe y rompiendo con las otras preguntas entra ese TENGO QUE PARARLO.

Te empiezas a poner nerviosa, miras el reloj, "uy que tarde es, me tengo que ir, buenas noches".
Te montas en el ascensor, te miras en el espejo y mandas el SMS de rigor:

"Que quede entre nosotros, ha sido divertido, Buenas noches, Os quiero"

Y sabes que no van a decir nada, uno tiene novia y te llevas bien con ella y el otro ahora no, pero es el ex de una de tus mejores amigas. Por tanto, a ellos no les interesa y a ti tampoco.

Y el día que los vuelves a ver, entrando sin avisar, aparece...ESA SONRISA CÓMPLICE





No hay comentarios:

Publicar un comentario